Frecuentemente habrás escuchado esta expresión entre tus amigos o familiares. Resulta curioso que jamás te pregunten sobre la necesidad de un simple abogado, debe ser un buen abogado.

Aunque el ejercicio del derecho se remonta a tiempos inmemoriales, siguen existiendo algunos elementos – éticos, técnicos y humanos – que hacen de muchos de estos profesionales merecedores del calificativo de “buen profesional del derecho”.

¿Cuándo debemos solicitar asistencia legal?

Si bien es cierto que algunos problemas no son realmente legales, y se pueden manejar en parte con la ayuda de otros profesionales, como contadores, médicos, psicólogos, u otros consejeros. Muchas situaciones y problemas tienen una dimensión legal y requieren la ayuda de un abogado. Debemos reconocer que algunos asuntos se deben manejar con un profesional del derecho. Como al ser arrestado, recibir documentos relacionados con un procedimiento legal o una demanda judicial. Así como también cuando se está involucrado en un accidente grave que cause lesiones personales o daños a la propiedad. Igualmente, casos de divorcio, nacimiento, adopción o muerte, y algunas situaciones financieras específicas.

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¿Cuáles son las características de un buen profesional del derecho?

En cualquier oficio, carrera o profesión, es sumamente importante el prestigio, la eficiencia, la ética y el don de gente. El ejercicio de la abogacía no es una excepción. El estudio, la disciplina, la constancia y la responsabilidad juegan un papel fundamental. En el ejercicio exitoso del derecho se requieren de algunas competencias, entre ellas:

  • Buenas habilidades de comunicación.

Estas son habilidades indispensables en el ejercicio de la profesión. Los abogados tienen que ser excelentes comunicadores. De allí la necesidad del excelente manejo del lenguaje oral y escrito. Además de la necesidad de ser excelentes oyentes. Parte del ejercicio exitoso de la abogacía, es el tener la capacidad de argumentar de forma eficiente y convincente en cualquier tribunal. Tener la cualidad de impresionar y convencer a jurados y jueces. El manejo del arte de hablar en público y el control del miedo escénico y de otras emociones son sumamente necesarios.

Igualmente, los abogados deben poder escribir de manera clara, persuasiva y concisa, pues en su ejercicio tendrán que diseñar y presentar una variedad de documentos legales. Por otro lado, para poder analizar lo que los clientes tienen que decir o seguir un testimonio complejo, un buen profesional del derecho debe tener muy buenas habilidades para escuchar.

  • Buen juicio

Entendiendo esta cualidad como la capacidad de llegar a conclusiones razonables y lógicas, así como suposiciones a partir de información limitada, es esencial en este oficio legal. La evaluación crítica de los hechos es importante. De tal modo que pueda anticipar áreas potencialmente débiles en su argumentación, potenciales y convertirlas en fortalezas. De manera similar, debe ser capaz de detectar puntos de debilidad en un argumento de contrario. La decisión es también una parte del juicio.

  • Habilidades para el análisis

Tanto el estudio como la práctica de la ley implica asimilar grandes cantidades de información, y luego tener que derivarlas en algo manejable y lógico. En consecuencia, un abogado debe tener las habilidades evaluativas para elegir cuál es la más adecuada.

  • Habilidades de investigación

El poder investigar de forma rápida y efectiva, es esencial para comprender a sus clientes, sus necesidades y para preparar estrategias legales.

  • Habilidades de relación

La ley no es una práctica abstracta. Independientemente de cuán bien se desempeñe académicamente, al final los profesionales del derecho trabajan con personas, en nombre de las personas, y las decisiones que se toman afectan la vida de las personas. Es por ello que deben ser agradables, persuasivos y capaces de percibir a los demás. Esto les permite evaluar las reacciones del jurado y la honestidad de los testigos.

  • Perseverancia

Al trabajar en un caso, debe tener la constancia necesaria para completar el trabajo y llevarlo a un final exitoso.

  • Creatividad

Los mejores abogados no solo son lógicos y analíticos, sino que también muestran una gran creatividad en la resolución de problemas. La mejor solución no es siempre la más obvia y para superar a su rival, a menudo es necesario pensar, innovar y utilizar el ingenio.

Si necesitas un buen abogado, ten en cuenta estas recomendaciones, y así tendrás una mayor probabilidad de afrontar de manera exitosa tu situación legal.